El Secretario de Culto de la Nación, Embajador Guillermo Oliveri, recibió esta mañana, viernes 14 de agosto a las 11 hs., a las autoridades de ACIERA, representadas por su Presidente Rubén Proietti, y dos de sus Vicepresidentes, Christian Hooft y Silvia Arn de Mateo, además de la secretaria Ligia Wurfel y el Pro-Secretario Jorge Gómez. El Secretario de Culto, por su parte, estuvo acompañado asimismo por el Director del Registro Nacional de Cultos, Jorge Stokland, y el abogado de la Secretaría de Culto, Dr. Luis María De Ruschi.
El motivo principal de la reunión fue tratar sobre la Resolución General 34/2020 de la Inspección General de Justicia, (ver link a nuestra nota) dictada el pasado 5 de agosto. El Secretario de Culto manifestó su plena comprensión sobre el motivo de preocupación de las Iglesias Evangélicas, afirmando que también fue sorprendido con dicha resolución. Además expresó su total adhesión a los fundamentos vertidos por ACIERA, comprometiéndose a dar solución inmediata a esta situación en los próximos días, junto al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, del cual depende la IGJ, más allá de encontrarse suspendida de manera temporal por 60 días su aplicación (Res. 35/2020).
En efecto, dicha resolución genera una clara lesión a los derechos de libertad religiosa y de libre asociación reconocidos en la Constitución Nacional y pactos internacionales que los garantizan. Definitivamente, no ha tenido en cuenta la dimensión religiosa de las asociaciones civiles que ven vulnerada su autonomía como confesiones religiosas, con una clara intromisión estatal en su forma de gobierno y organización, de manera discrecional y excediendo su rol de control que debe proteger el respeto a la libertad de pensamiento, conciencia y religión.
Asimismo, en la reunión con la Secretaría de Culto de la Nación, se abordó el tema del tratamiento de la Ley de Personería Religiosa que debe ser efectuada de manera urgente, a los fines de reglamentar el art. 148 inc. e del Código Civil y Comercial de la Nación, que establece que las iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas, tienen personería jurídica de derecho privado diferente a las asociaciones civiles, fundaciones y simples asociaciones que hasta ahora han sido el tipo jurídico para garantizar el pleno goce de sus derechos civiles.
Desde ACIERA se ha promovido desde siempre la participación plena de las mujeres en toda la vida organizacional y ministerial de las iglesias evangélicas que integran la Alianza, respetando su dignidad y garantizando la igualdad de condiciones sin ningún tipo de discriminación o prejuicio. Sin embargo, se sostiene el derecho de las iglesias a organizarse de acuerdo a sus propias creencias y a elegir sus autoridades de manera autónoma, garantizando así una plena separación en la relación Iglesia-Estado.